Demasiada politranca.

Leyendo en La Comarca los temas de opinión, son muchos los que escriben que parece que tienen un diagnostico claro sobre lo que les pasa a nuestra tierra, sus problemas y sus necesidades, cosa que nuestros políticos parece que no se enteran y todo son escusas y obstáculos en cualquier camino, eso si, ellos siempre por el llano.

Dejo a continuación dos artículos que no nos salvan de nada, pero que nos hacen ver que poder si se puede, pero con semejante cuadrilla de mal trabajadores y poco eficientes, es casi imposible, por eso Teruel esta donde esta salvo contadísimas y honrosas excepciones.

Eso si, comisiones, reuniones, planes, agendas, etc. Como decían los abuelos todo politranca y poca eficacia. (Pascual Ferrer Mirasol)

Fijar la población

El regadío, por ejemplo, es imprescindible para mantener la población. En el mapa de Aragón, las manchas verdes del regadío señalan dónde se fija la población: los riegos del Alto Aragón, de las Cinco Villas, de los canales de Aragón y Cataluña, de Calanda-Alcañiz, del Imperial o del de Tauste.

Los programas de impulso a la economía rural los aprobó el gobierno PP-PAR y los asumió la coalición PSOE-CHA. Este año, por los recortes en el presupuesto, la DGA quita 36 millones.

Dicen que los beneficiarios no se han gastado ni la mitad. ¿No será que las Administraciones no han sabido animar a los ciudadanos a invertir en proyectos como turismo rural, artesanía alimentaria, pequeños negocios, etcétera?

En políticas de empleo, los municipios de la minería se quejan de que las subvenciones se han dirigido muchas veces a pueblos limítrofes. Además, una buena parte ha ido a polígonos industriales, con una ocupación de solo el 42%.

En el capítulo de infraestructuras es preciso desarrollar algunas que son esenciales para no aislar al Aragón menos poblado: el corredor ferroviario Zaragoza-Teruel-Valencia, o la autovía Zaragoza-Alcañiz, por ejemplo. Es preciso apoyar las comunicaciones en autobús entre pueblos pequeños y envejecidos. Y preocuparse de que en los pueblos siga habiendo pequeñas tiendas multiservicios y bares que socialicen a la población. Como es preciso seguir impulsando el sector de la nieve, clave para Huesca y, también, para Teruel.

En resumen, como sugería el director de la Fundación Uncastillo, José Francisco García, habría que pensar en el futuro de pueblos que se pueden convertir en solo de temporada. Como «establecer unas brigadas de mantenimiento el resto del tiempo. O crear redes de asistencia territorial para las personas que permanezcan en los pueblos más pequeños».

Compromisos concretos para la cuenca minera

El carbón de la campa de la Central Térmica de Andorra se agota. La energía del lignito «forma parte del pasado», lo dice el presidente Pedro Sánchez y también las eléctricas que no logran extraer rentabilidad a las centrales dada la exigencia de la política climática. No se pueden rentabilizar las inversiones necesarias a corto plazo. Bien. No es nada nuevo, pero sorprende sobre manera la falta de sensibilidad que el Ministerio de Transición Ecológica está teniendo hacia esos territorios. Los trabajadores de las cuencas mineras españolas no forman parte del pasado. Seguirán ahí, si pueden, y si no buscarán nuevas formas de vida allende nuestras fronteras. El plan de transición justa prometido por la ministra, con ejecución prevista en junio, está bloqueado bajo el argumento de la parálisis de gobierno. Sin embargo, el mundo sigue y otras acciones necesarias sí que se desbloquean sin tanto problema. La lista de compromisos que en dos ocasiones se ha llevado de nuestra tierra el Gobierno Central es sencilla, clara y finalista. Un año después del anuncio del cierre de Endesa no se ha avanzado ni un solo paso en este sentido. El abanico de posibilidades abarca desde acometer la segunda fase de elevación de aguas del Ebro a Andorra (compromiso que confirmó Meritxel Batet y del que se han olvidado) hasta arreglar la pista minera a Ariño. No eran palabras vacías sino un documento dividido en varias secciones con demandas en comunicaciones, aprovechamiento de recursos hídricos, usos posteriores a la restauración de las minas, servicios sociales, polígonos industriales, formación, turismo y ayudas.

El Ministerio confirmó a este medio el miércoles que la Central «no podrá seguir operando a partir del 1 de enero» sin embargo, ayer mismo se apresuraron a rectificar asegurando que se mantiene el plazo previsto por Endesa, el 30 de junio, y evitando así una grave crisis con el Gobierno de Aragón, los alcaldes de la cuenca minera y con el propio Pedro Sánchez, de mitin ayer en la capital turolense.

La situación peor la viven los 400 trabajadores de las subcontratas, que ya están viendo cómo pierden sus empleos. Y, si bien los sucesivos gobiernos tienen su responsabilidad en esta situación, es a éste al que le ha tocado gestionarla y no con mucho acierto hasta ahora. Más allá de la falta de concreción y compromisos efectivos, la frialdad con la que se plantea desmantelar y poner fin a décadas de historia vinculada al lignito en la provincia de Teruel sin tener en cuenta lo que supone para la población resulta vergonzante.

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